
Desde un trato muy cercano, las intervenciones de los diferentes ponentes fueron dejando claro que mucha de su labor es más informativa que punitiva (aunque obviamente lo que trasciende al resto de la sociedad es la cuantiosa multa que a tal o cual persona le han impuesto). ¿Y qué hay de ese compromiso con la seguridad? Vigilar la seguridad no es otra cosa que salvar vidas, esas que cada día ellos ven destrozadas sobre el asfalto de la carretera.
Si de algo nos dimos cuenta el pasado jueves es que los guardias civiles cumplen, entre otras muchas funciones, con la de concienciar a los usuarios de las vías que las normas no son un capricho recogido en unas cuantas leyes, sino el primer salvavidas que todos deberíamos llevar incorporado de serie. Resultó conmovedor oír que nosotros, como futuros gestores de una empresa de transporte, teníamos la posibilidad de concienciar y en cierta manera reeducar a un gremio que ha hecho de la carretera su medio de vida pero que, sin conocimiento, puede convertirse en la que se la quite.
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